Por suerte para quienes lo conocemos, el río San Juan, que discurre entre la Sierra de Guadarrama y el Duratón, al cual cede sus aguas, es un río anónimo...
A lo largo de su curso se han levantado iglesias que han poblado gentes venidas en su mayoría del norte de la Península y castillos en una tierra de frontera que era necesario afianzar ante el enemigo que vino del Sur.
En sus orillas, el hombre construyó molinos, roturó vegas y aprovechó sus arboledas para levantar nuevos hogares.
La sombra del buitre leonado se proyecta desde los riscos de los cañones que el río, ya casi en su desembocadura en el Duratón, ha horadado con el paso de los siglos.
El inicio de la Ruta del Río San Juan se sitúa en Castroserna de Arriba, junto a la iglesia, por un camino que desciende hacia el río.
Si no se quiere andar mucho, se puede ir en coche hasta la ermita de la Virgen de los Remedios donde podemos aparcar, andar unos metros, cruzar el río y encontrarnos con el pequeño río que, según las fechas en que estemos, nos pondrá alguna dificultad (nada que no se solucione con unas botas de pocero) para cruzarlo o nos dejará atravesarlo sin apenas mojarnos los pies.
El sitio es ideal para pasar el día, ver las cuevas, descansar en la hierba (abundante en estas fechas) y disfrutar de una buena tortilla, un estupendo chorizo, un vino de la tierra y una mejor compañía. Doy fe.
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