La provincia de Segovia nos ofrece muchos atractivos. Uno de ellos, para quienes hagan el Camino de Santiago por motivos religiosos, espirituales o turísticos, es la parte del Camino de Santiago que transcurre por esta zona...
La ruta, que viene de Madrid, entra en Segovia por el puerto de la Fuenfría. El paisaje desde sus casi 1.800 metros de altitud merece la pena, siendo posible contemplar las dos vertientes de la Sierra de Guadarrama.
El camino discurre por la
antigua calzada romana que en algunos trayectos se mantiene en buenas
condiciones. En la ruta que discurre entre montes y los pinares de
Valsaín podemos encontrar parajes de gran belleza, como la Fuente de la Reina o la
de San Pedro.
Una vez en la capital hay que visitar los monumentos que ofrece esta ciudad: la Catedral, el Acueducto y el Alcázar, pero yo prefiero las pequeñas iglesias románicas, la judería o los monasterios de San Antonio el Real y el del Parral. Y, lógicamente, hay que hacer honores al cochinillo o cordero segoviano.
Una vez en la capital hay que visitar los monumentos que ofrece esta ciudad: la Catedral, el Acueducto y el Alcázar, pero yo prefiero las pequeñas iglesias románicas, la judería o los monasterios de San Antonio el Real y el del Parral. Y, lógicamente, hay que hacer honores al cochinillo o cordero segoviano.
Abandonamos Segovia por el Paseo de San Juan de la Cruz,
atravesando la Puerta de Santiago hasta llegar al río Eresma.
La iglesia de la Vera Cruz, construida en el siglo XII por la Orden del Santo Sepulcro y que estuvo en manos de los Templarios durante muchos años es el último monumento que nos encontramos antes de llegar a Zamarramala, famoso porque las mujeres mandan un día al año, aunque yo creo que también los 364 días restantes.
Pasada Zamarramala la siguiente localidad que nos encontramos es Valseca, cuya iglesia de una sola nave acoge un retablo barroco de gran belleza. Desde Valseca caminamos hacia la localidad de Los Huertos, ubicada en una hondonada, donde podemos visitar una iglesia de finales del siglo XV en la que se mezclan diferentes estilos.
Dejamos Valseca en dirección a Añe, localidad que posee una curiosa iglesia de ladrillo dedicada a San Juan Bautista y un albergue para los peregrinos en el que poder descansar.
La iglesia de la Vera Cruz, construida en el siglo XII por la Orden del Santo Sepulcro y que estuvo en manos de los Templarios durante muchos años es el último monumento que nos encontramos antes de llegar a Zamarramala, famoso porque las mujeres mandan un día al año, aunque yo creo que también los 364 días restantes.
Pasada Zamarramala la siguiente localidad que nos encontramos es Valseca, cuya iglesia de una sola nave acoge un retablo barroco de gran belleza. Desde Valseca caminamos hacia la localidad de Los Huertos, ubicada en una hondonada, donde podemos visitar una iglesia de finales del siglo XV en la que se mezclan diferentes estilos.
Dejamos Valseca en dirección a Añe, localidad que posee una curiosa iglesia de ladrillo dedicada a San Juan Bautista y un albergue para los peregrinos en el que poder descansar.
El siguiente hito del camino es Pinilla Ambroz, que
pertenece al municipio de Santa María la Real de Nieva y posee una
iglesia de porte renacentista.
De ahí marcharemos a Santa María La Real de Nieva ; imprescindible visitar la iglesia de Nuestra Señora de la
Soterraña y, sobre todo, el Monasterio dominico (siglo XV) que conserva un magnífico claustro a mitad de camino entre el románico y el
gótico.
El claustro posee 87 capiteles historiados que muestran escenas muy diversas, entre las que destacan la representación de un calendario y distintas escenas de la vida de los monjes. Del monasterio se conservan otras dependencias como la Sala Capitular o el Refectorio, de estilo gótico.
La iglesia de la Soterraña fue construida a finales del siglo XIV sobre los posibles cimientos de un antiguo edificio mudéjar. En el siglo XV sufre una ampliación en la que se construyó la bella portada gótica, declarada Monumento Nacional. En su interior se encuentra un retablo del siglo XVIII y una talla atribuida a Berruguete.
Nos vamos acercando al final del Camino de Santiago en la parte segoviana; nos encontraremos con Nieva, que posee una iglesia renacentista del siglo XVI con capiteles románicos que ha sido recientemente restaurada, y con Nava de la Asunción, donde se encuentra la ermita barroca del Santo Cristo y la iglesia parroquial dedicada a la Asunción. El camino continúa entre extensos y frondosos pinares por los que se puede disfrutar de la tranquilidad y el cobijo de los árboles.
La localidad de Coca es una de las más atractivas que componen la ruta gracias a la variedad de recorridos medioambientales que podemos encontrar en sus alrededores y a los numerosos monumentos de la villa. Cuna del emperador romano Teodosio el Grande, posee algunos yacimientos arqueológicos pertenecientes a la época romana, entre los que destaca la Necrópolis con tumbas a la vista.
Coca posee un hermoso castillo construido por los Fonseca en el siglo XV; ubicado entre los ríos Eresma y Voltoya, sus ladrillos son de tipo mudéjar y cumplen una doble función, constructiva y decorativa. Además, la localidad mantiene parte de la antigua muralla que servía de defensa a sus ciudadanos y que fue construida en el siglo XII. Se conservan cerca de 200 metros y tres torres, además del espléndido arco mudéjar que actuaba como una de las entradas y conocido como el Arco de la Villa.
La localidad posee otros monumentos dignos de ver: las esculturas celtíberas, la torre mudéjar de San Nicolás o la iglesia gótica de Santa María la Mayor, construida a principios del siglo XVI.
El recorrido por la provincia de Segovia finaliza tras 85 km. en la localidad de Villeguillo. Tras recorrer pocos kilómetros entre pinares, los peregrinos abandonan la provincia de Segovia para adentrarse en la de Valladolid de camino a Santiago de Compostela.
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