Uno de los atractivos que nos ofrece Prádena es su ubicación: podemos recorrer muchos lugares segovianos, burgaleses y sorianos sin tener que hacer grandes desplazamientos...
Segovia, a poco más de media hora de Prádena, merece una visita pausada. Es una ciudad donde todavía se vive despacio.
Muchos son sus monumentos. Hoy hablaremos del Acueducto. En esta entrada haremos una breve reseña de este monumento romano y en entradas posteriores incluiremos otros monumentos segovianos: la Catedral, el barrio de la Judería, las iglesias románicas, el Alcázar...
No se sabe con exactitud la fecha de construcción, si bien las hipótesis apuntan al siglo I, en la época de los
Flavios. Desde entonces, apenas ha sufrido modificaciones pero sí algunos daños: durante el ataque contra Segovia llevado a cabo en 1072 por el musulmán Al-Mamún de Toledo sufrieron deterioro 36 arcos, que restauró en el siglo XV Fray Juan de Escobedo, monje
del Parral. .
Formado por 167 arcos de piedra granítica del
Guadarrama, constituidos por sillares unidos sin ningún tipo de
argamasa mediante un ingenioso equilibrio de fuerzas.
El Acueducto servía para llevar el agua a la ciudad de Segovia desde el Riofrío o la Acebeda.
Aunque no es visible en su totalidad, hoy se puede hacer el recorrido a pie; comenzaríamos en el pantano de
Puente Alta, (Km. 87 en la carretera N-603, Madrid - Segovia por
Guadarrama) siguiendo río arriba hasta el azud (parte importante en los sistemas de regadío por métodos
tradicionales, en los que formaban un
sistema hidráulico, que además de servir de uso para riego, alimentaba
los lavaderos, abrevaderos para animales, e incluso se utilizaba la
fuerza del agua para los molinos de agua) en la ladera del Cerro
de Cabeza Grande; regresaremos por los esquileos de Santillana y Casa
Grande y tomaremos la carretera La Granja-Segovia.
El Acueducto continúa por la llamada Casa de
Piedra, un desarenador que eliminaba las impurezas del agua y regulaba
el caudal, obra de los siglos XV-XVI.
En San Antonio el Real partían las primeras servidumbres de agua desde el canal principal; a partir de aquí la obra comienza a ser visible: veremos un monumento formado por sillares con el Acueducto
labrado, fechado probablemente en el s. XVI.
Seguiremos caminando junto al muro y alcanzaremos el segundo desarenador, con sillares de factura romana.
En la Plaza del Azoguejo el Acueducto alcanza su máxima altura y los arcos, a lo largo de una
serie de 43, se encuentran dispuestos en dos órdenes.
Desde lo alto de la escalinata del Postigo del Consuelo se observa todo el trazado de la obra. Aquí los arcos vuelven a desaparecer, aunque los canales continúan por la zona alta de la ciudad,
hasta el Alcázar.
Bajo el suelo de la Plaza de la Reina Doña Juana han aparecido registros de distribución de agua. Desde ahí el canal continúa por la Plaza de los Huertos y la Plaza Mayor, donde se ha descubierto recientemente otro desarenador y por donde discurre el canal principal, desde el que parten canales menores de distribución de agua para los barrios de la Judería y
las Canonjías.
El último punto documentado arqueológicamente es el paso del Acueducto por El Alcázar.
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