Con salida y llegada el aparcamiento de la zona recreativa de El Bardal, Prádena, podemos hacer una interesante ruta circular de aproximadamente 6 km. y 2h. 45 min. de duración, dificultad media y 200 m. de desnivel...
Dado que en algunos puntos no existe señalización, se recomienda seguir el mapa que incluimos al principio de esta entrada.
A lo largo de la excursión pasaremos por tres tipos de bosques perfectamente identificables: un sabinar, un robledal y, por último, un acebal.
El acebo es un arbusto (¿o pequeño árbol?) que no sobrepasa los 10 metros de altura y que se puede
distinguir fácilmente gracias su follaje denso y oscuro, sus hojas son
verde oscuras y muy brillantes, espinosas pero redondeándose en las ramas superiores. Es un
arbusto o árbol protegido.
Entre noviembre y enero podremos observar los frutos rojos del acebo. ¡¡Mejor con nieve!!.
La sabina (llamada enebro por esta zona) presenta un tronco corto, retorcido y
grueso, llegando a alcanzar en Prádena los 300 años. Las hojas tienen forma de
escama en los adultos. El fruto, denominado arcésida, es una falsa baya. De la sabina se aprovecha todo, especialmente su
madera para construcción. Además es aromática, utilizandose como
antipolilla y, en forma de incienso para desinfectar el ambiente.
Veamos los puntos de paso de esta excursión:
1. Área recreativa El Bardal: Al salir del aparcamiento se coge el
primer desvío que sale hacia la izquierda y que deja a la derecha
el área recreativa El Bardal, de la que veremos su vallado. Subimos
siguiendo los carteles que señalizan la dirección de la Cañada Real
Soriana Occidental. A lo largo del borde izquierdo del camino baja,
desde la sierra, el arroyo del Cuarto Perdido.
2. El Descansadero: El camino llega, en su punto más alto, a una zona de
pradera más abierta, es el descansadero de la cañada. Atravesaremos el descansadero por el camino,
que continía subiendo. Éste enlaza con otro que gira hacia la derecha,
siguiendo un muro de piedra. De frente, en la falda de la sierra, se
distingue el verde intenso de la acebeda.
3. Arroyo del Cuarto Perdido: Llegamos a una puerta metálica verde que
es necesario atravesar (y cerrar después). Una vez cruzada, se coge el camino de la derecha
que va pegado a un muro de piedra. Aquí aparecen los primeros acebos
dispersos. Un poco más adelante, nos encontramos un arroyo que debemos
cruzar y que, dependiendo de la época del año, tendrá más o menos agua.
Pasado el arroyo, el camino da un
fuerte giro hacia la derecha, después del cual debemos seguir un sendero
poco marcado, que sigue paralelo a la sierra, en dirección sur.
4. La Acebeda: Nos encontraremos con la acebeda, en la cual nos internamos
siguiendo el camino que la ataviesa de principio a fin. A lo largo del mismo se puede observar que las zonas más densas de acebos están
intercaladas con otras adehesadas, en las que medran viejos robles.
Podemos encontrarnos con ejemplares de aligustre y serbal
de los cazadores.
5. La Dehesa: A la salida de la acebeda, nos encontramos ante una
bifurcación, tomando el desvío de la derecha que inicia el
descenso, en dirección oeste. En este punto tenemos la oportunidad de
ver algo extraordinario: robles y acebos juntos. Unos 500m más abajo, es
necesario cruzar una cancela que nos introduce en una finca ganadera, en pleno sabinar con viejos árboles
de gruesos troncos de corteza retorcida. Siguiendo siempre por el
camino que baja, se llega a una segunda cancela por la que saldremos de
la finca.
6. Retorno a Prádena: Se continúa el descenso hasta que a unos 750 m. encontramos un camino bien marcado, el cual cogemos hacia la derecha. Un poco
antes, nuestros pasos se encuentra de nuevo y por última vez con la
cañada. Finalmente, aparece una cancela que impide el paso al ganado y
que atravesamos, volviendo al camino que habíamos seguido al
principio de la ruta pero, en este caso, de bajada hacia el
aparcamiento.
No hay fuentes, por lo que es preciso llevar una buena cantimplora. Mejor todavía si, además, la acompañamos de una bota de vino de la Ribera y un buen queso añejo.
Hay que tener cuidado en cerrar las cancelas a nuestro paso para evitar que el ganado escape.
Y ya en Prádena, un buen sitio a visitar es la Cueva de los Enebralejos. Os pongo aquí un enlace para que podáis ver fotos del interior.
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